Blanco



martes, 5 de octubre de 2010

Doce mil mujeres son detenidas al año en EEUU por amamantar en público

Cuando Janet Jackson mostró -accidentalmente o no- un pezón a la cámara durante la retransmisión de la Super Bowl de 2004 se desató en EEUU un escándalo de proporciones ciclópeas, conocido como Pezongate. Muchos se dieron cuenta entonces de que ese país es mojigato hasta la médula.
Pero si lo de la Jackson pudo tener un sesgo exhibicionista el verdadero termómetro de la moral norteamericana lo dan estos otros datos: 12.000 mujeres son detenidas cada año por dar pecho en público a sus hijos y otras 30.000 por hacer topless, contraviniendo alguna de las leyes de la indecencia vigentes en diversos estados de EEUU, según datos del periódico The New York Times citados por Suzanne MacNevin en la web Citizens for Change.
Sin embargo, según señala en el artículo MacNevin, “dar pecho es legal en EEUU. Incluso 20 estados han legislado leyes adicionales para reafirmar explícitamente este hecho”.
Los incidentes por dar pecho en público no son privativos de Estados Unidos. En España, sin llegar a la detención de la madre, se han dado algunos casos sonados: en 2007 una joven francesa fue recriminada por amamantar a su hijo en el Museo del Prado, frente a la maja desnuda de Goya para más inri. Un año antes el encargado del restaurante Txapela en Barcelona expulsó del mismo a una clienta por hacer dar pecho a su párvulo.
No os perdaís este vídeo de Buenafuente:

CONSEJOS PARA DAR DE MAMAR EN PUBLICO
A muchas mujeres dar el pecho en público les causa mucho pudor. Si es tu caso, te ofrecemos ciertas recomendaciones que te pueden ayudar:
– Piensa que dar el pecho es un acto natural y que no debes avergonzarte por ello. La inmensa mayoría de las personas que te miren mientras das de mamar a tu hijo lo harán con ternura y aprobación.
– Es normal que al principio te sientas un poco incómoda, intenta buscar algo de intimidad. Con el tiempo, ganarás destreza y confianza y actuarás con más naturalidad.
Cómprate alguna prenda especial para dar el pecho. Hay camisetas y vestidos que facilitan amamantar en público sin que se note.
– Lleva contigo un pañuelo grande tipo fular o una mantita; te ayudará a estar más tranquila, pues te sentirás más “protegida” ante las miradas.

!!!!! El amamantar es tu derecho y es la experiencia más hermosa y natural de ser madre !!!!!
Si bien lo ideal es tener un sitio tranquilo donde tu bebé pueda alimentarse sin distracciones (ya que hay bebés que se distraen con una mosca), esto no es siempre posible. Afortunadamente, la lactancia materna no necesita más que un bebé y su tetita. Ni calentar, ni esterilizar, ni agitar para que no queden grumos… Así de simple. La madre se destapa un poco y el bebé tiene su alimento “listo para tomar”.
El problema viene cuando algunas personas consideran este acto (un acto necesario para la supervivencia del bebé según el caso) como un acto fuera de lugar, como una falta de decoro o de saber estar, o de respeto en casos más extremos. Sí, yo creo que es surrealista. Mucho, de hecho, pero es la realidad.
Vivimos tan inmersos en la cultura del biberón, se ha “normalizado” un acto que no ha sido lo normal hasta hace unos años que ahora, lo que ha sido normal durante milenios ha pasado a ser una falta de respeto. Es increíble, que por seguir con las recomendaciones de la OMS de dar lactancia a demanda, tengamos, según algunos individuos, que quedarnos encerradas en casa para dar pecho.
Os voy a dejar la documentación sobre el tema, por si algún día os animan a no amamantar a vuestros bebés en público:
Para empezar, la Constitución Española obliga al cumplimiento de los acuerdos internacionales suscritos en defensa de los menores (es decir, tienen rango de ley).
Constitución Española.Artículo 14. Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.Artículo 17. 1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad, sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma previstos en la Ley.
Convención de los Derechos del Niño de Unicef (suscrito por España y de obligado cumplimiento):Art 24, 2, e) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños, conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos conocimientos.
Ley 17/1997, de 4 de julio, Art 24.2.Los titulares de establecimientos y los organizadores de espectáculos o actividades recreativas o personas en quienes deleguen podrán ejercer el derecho de admisión. Este derecho no podrá utilizarse para restringir el acceso de manera arbitraria o discriminatoria, ni situar al usuario en condiciones de inferioridad, indefensión o agravio comparativo. El derecho de admisión deberá tener por finalidad impedir el acceso de personas que se comporten de manera violenta, que puedan producir molestias al público o usuarios o puedan alterar el normal desarrollo del espectáculo o actividad. Las condiciones para el ejercicio del derecho de admisión deberán constar en lugar visible a la entrada de los locales, establecimientos y recintos.
Además, España también participa de la Declaración de Innocenti (en español: aquí) sobre la protección, el fomento y el apoyo de la lactancia materna.
De todas maneras, todo esto sería innecesario si nos dejáramos de tonterías y dejáramos de pensar que lo normal es dar biberón. Lo natural es dar lactancia materna, que no por nada somos mamíferos.

Aprovechamos para deciros que el motivo del calendario 2011 de LA SAFOR AL PIT es dar el pecho en sitios publicos, para así poder dar visibilidad a la Lactacia Materna.

GRACIAS a Eli Garcia por enviarnos este estupendo vídeo, Eli nos vemos pronto.

domingo, 3 de octubre de 2010

“La leche materna es antibiótico y vacuna”. Entrevista a Gro Nylander, la mayor experta mundial en lactancia

PRESENTACIÓN DEL PERIODISTA VICTOR M. AMELA
Esta mujer es la que más sabe en el mundo acerca de lactancia materna. Sus conocimientos se aplican hoy en centros de salud del mundo entero. También ha fundado bancos de leche materna para bebés prematuros o casos especiales, mediante uso de biberón (“útil y necesario en estos casos”).
Y hasta desgrana argumentos económicos para fomentar la lactacnia materna: “Dar el pecho ahorraría en Estados Unidos 3,600 millones de dólares anuales… ¿gastados hoy en curar afecciones respiratorias y digestivas que la lactancia previene!”.
Para ayudar a pediatras y madres publica ahora “Maternidad y lactancia” (Granica).
Me ruega que recuerde a mis lectoras que Madonna, Julia Roberts y la bella esposa de Pierce Brosnan han dado pecho a sus hijos… Ah: Julia Roberts, a Gemelos.
ENTREVISTA:
Dejemos lo de mi edad… Soy madre de cuatro hijos treintañeros y abuela de cuatro nietos. Estoy casada. Soy noruega y vivo en Oslo. Soy médico y obstetra en el hospital de la Universidad de Oslo. Soy directora del Centro Nacional de Lactancia Materna, el primero del mundo. Fomento la lactancia materna: ¡reporta beneficios sin fin!
* ¿Qué tiene la leche materna que no tengan otras leches?
El envase más bello del mundo…
¡Totalmente de acuerdo!… y varios miles de beneficios para la salud del bebé que la mama.
¿Miles?Son los ya confirmados por estudios científicos…, pero ¡cada día descubrimos alguna nueva ventaja de la lactancia materna! Y tanto para el bebé como para la madre.
* Cíteme el beneficio más relevante.
¡Es una vacuna natural! Los anticuerpos que la madre posee pasan con su leche al bebé lactante: así, el bebé ¡queda inmunizado ante los gérmenes del entorno de la madre!
* ¿Y el bebé enferma menos?
Sí: padece menos infecciones. Mire, hace poco hubo en Oslo una epidemia de diarrea entre niños de cuatro años: descubrimos que lo causaba un raro virus, frecuente en Pakistán, y no respondían a ningún tratamiento…
Los niños no tenían defensas, deduzco.Entonces se nos ocurrió darles leche materna de una mujer pakistaní: ¡se curaron!
* ¡Bravo! ¿Hay alguna leche maternizada que pueda competir con eso?
Esas leches artificiales -está vetado llamarlas maternizadas: ¡es publicidad engañosa!- son cada día mejores, ¡pero están a años luz de los beneficios de la leche materna!
* Siga enumerándolos, por favor.
La mortalidad infantil en el primer año es inferior entre los bebés con lactancia natural. Y hay menos casos de muerte súbita.
* ¿Por qué?
Probablemente porque están más blindados ante infecciones respiratorias.
Más sanosTienen también menos anemias: el hierro de la leche materna se absorbe todo, pero el de las leches artificiales se absorbe mal.
* ¿Cómo afecta eso al crecimiento del niño?
Hemos constatado que los adolescentes que de bebés mamaron leche materna son menos proclives a la obesidad que los otros.
Curioso…Muy importante: ¡la obesidad mata hoy a más gente en el mundo que el hambre!
* ¿Y afecta de algún modo la lactancia al desarrollo intelectual del bebé?
Sí. La gran riqueza en ácidos grasos de cadena larga (omega-3) que contiene la leche materna favorece el desarrollo del cerebro. El CI (coeficiente intelectual) de esos niños superará de 5 a 10 puntos al de los otros.
¡Todo son beneficios!El desarrollo psicomotor también mejora algo gracias a la leche materna. Y el emocional, gracias al contacto físico, piel con piel…
* ¿Y cuánto tiempo conviene dar de mamar para gozar de todos estos beneficios?
Durante los primeros seis meses conviene dar sólo pecho. Y durante los siguientes seis meses, pecho más otros alimentos.
* Y ya tenemos al bebé con un añito.
La OMS aconseja seguir dándole pecho hasta los dos años. Los bosquimanos y otros pueblos primitivos alargan la lactancia hasta los tres o cuatro años. ¡Eso sería lo natural!
* ¿Tanto?
Ya me han advertido que decir esto en España es casi tabú… Esos niños casi no enferman, no necesitan antibióticos: ¡la leche materna es su antibiótico natural! Sin hablar de la riquísima absorción de sus proteínas.
* Pero… ¿no morderá el niño ese pecho?
Si lo hiciese, hay que apretárselo contra el pecho: ¡es imposible morder con la boca llena..! Pero el niño está feliz y no muerde.
* ¿Qué consejo daría a una madre primeriza para que dé correctamente el pecho?
En seguida que nazca el bebé, que se lo pongan entre los pechos y lo dejen con ella. Ese bebé olisquea, busca, se acerca al pecho y, antes de una hora, ¡ya está mamando!
* ¿Así de fácil?
¡Claro! Es un instinto derivado de millones de años de selección natural… Y hemos comprobado que cuantas más horas tardemos en ofrecerle pecho al bebé…, peor: más reflejos habrá perdido, más lento y abotargado estará y más le costará empezar a mamar.
Lo que desesperará a la madre lactante…No hay que atosigarla, ni ella a su bebé. Calma. ¡Y que ni ella -ni nadie- frote o apriete con los dedos los pezones para prepararlos! Es un error: sólo la boca del bebé debe tocar esos pezones. La madre debe quedar sola con el bebé, y dejar al bebé que busque…
Tranquilamente.Sí. Ah!, y que nadie le dé biberón al bebé.
* ¿Por qué no?
Succionar una tetina de biberón es como succionar un espagueti, y succionar un pecho es como meterse una hamburguesa en la boca. Si acostumbras al bebé al biberón, luego le costará más succionar bien el pecho.
Que es la hamburguesa, ñam.Lo es: para que la succión sea correcta, la boca del bebé debe abarcar no solamente el pezón, sino también parte del pecho.
* ¿Y no estropea los pechos dar de mamar?
¡No! La caída del pecho deriva de que se hinchan durante el embarazo y luego se deshinchan: ¡nada que ver con la lactancia!
* Aun así, hay madres que prefieren evitarse la dependencia personal de la lactancia…
Pues les daré otro dato: por cada año que una mujer da de mamar, ¡reduce en un 4,6% su riesgo de padecer cáncer de mama! Que es el cáncer que más mujeres mata en España…
* Si yo fuese mujer y madre, no dudaría…
Pues así, además, alejaría la osteoporosis en su vejez: hoy sabemos que dar de mamar renueva el calcio del esqueleto y lo refuerza.
* ¿Y cuántas veces al día debería darle?
Las que demande el bebé. Es lo ideal: los pechos adecuan su producción de leche a esa demanda. Y la sirven a la temperatura ideal.
“La leche materna tiene varios miles de beneficios para la salud del bebéque la mama… pero ¡cada día descubrimos alguna nueva ventaja de lalactancia materna! Y tanto para el bebé como para la madre”
“¡Es una vacuna natural! Los anticuerpos que la madre posee pasan con su leche al bebé lactante: así, el bebé ¡queda inmunizado ante los gérmenes del entorno de la madre!”
“Dar el pecho ahorraría en Estados Unidos 3,600 millonesde dólares anuales… ¡gastados hoy en curar afeccionesrespiratorias y digestivas que la lactancia previene!”
“Esas leches artificiales -está vetado llamarlas maternizadas:¡es publicidad engañosa!- son cada día mejores, ¡pero estána años luz de los beneficios de la leche materna!”

Gro Nylander

jueves, 30 de septiembre de 2010

BEBÉ-ESPAI en las Ferias de Gandía

Hola a todos/as:

Os informamos que durante todos los días de FERIA tenéis el servico:

El BEBÉ-ESPAI ubicado el la sala de exposiciones de La Casa de la Marquesa, abierto todos los días de feria de 9-14h y de 17 a 23h, donde colabora la Farmacia del Paseo 24h y donde encontraréis todo lo necesario para poder dar el pecho y hacer el cambio de pañal.......

Una gran iniciativa teniendo en cuenta la aglomeración de gente durante estos días.

NUEVO CALENDARIO DE EVENTOS LA SAFOR AL PIT

Hola todos/todas,

Como sabéis, nuestro blog recibe muchas visitas diarias, lo que agradecemos enormemente, puesto que nos hace sentir que el trabajo que hacemos voluntariamente sirve de mucho.

Os informamos que hemos colocado un calendario en la columna lateral del blog, donde iremos colocando los eventos organizados por La Safor al Pit u otros de interés. Os animamos a que echéis un vistazo regularmente, con el fin de que estéis completamente informados y podáis ser partícipes de todas las actividades que organizamos.

De nuevo, gracias por leernos y, sobretodo, gracias por apoyar la lactancia materna.

1ª GRAN TETADA A QUART DE POBLET

INVITACIÓ DE AMAMANTA QUART:
Vine a donar de mamar !!! El plaer més natural...

Diumenge 3 octubre 11:30
C/Azorín Quart de Poblet

I també dissabte 2 d'octubre a les 18:30h en l'espai Activa't, taller de MOCADORS PORTABEBÉS.

Organitza: Amamanta Quart dins la II Setmana d'Associacions
www.amamanta.es

viernes, 24 de septiembre de 2010

VIII Fiesta de la Lactancia Materna (Valencia, 3 de oct. de 2010)

Queremos haceros llegar esta invitación para participar en la gran FIESTA DE LA LACTANCIA MATERNA, que con motivo de la Semana Mundial de la lactancia materna (SMLM) todos los años organiza Sina. Este año, además, colaborarán las Asociaciones: “Criar con el corazón”, “Volem creixer”, “EL Parto Es Nuestro”, “AMAMANTA”, “UNICEF” y “AL PIT” (La Liga de la Leche, Algemesí).
Esta celebración la convoca WABA (Alianza Mundial pro Lactancia Materna), a la que Sina pertenece. La edición 2010 de la Semana Mundial de la lactancia materna desea conmemorar el 20 Aniversario de la Declaración de Innocenti, sobre la protección, promoción y apoyo de la Lactancia Materna (OMS / UNICEF).
Es la gran fiesta nuestra, de las mamás y niños lactantes, de los papás y la de darnos a conocer, de divertirnos mientras contagiamos a la comunidad del placer de dar de mamar a nuestros hijos.
Para conmemorar esta SMLM 2010, Sina organizará el domingo 3 de octubre de 2010 la VIII Fiesta de la Lactancia Materna, en los Jardines de Viveros (Valencia), en la zona de la rosaleda. Habrá una gran tetada a las 12:00h y muchas más actividades para todos:
*A partir de las 10:30h. :
-Actividades para toda la familia: animaciones, pintura de caras, juegos, sorpresas…
- Sina, “Criar con el corazón“, “Volem creixer”, “EL Parto Es Nuestro”, “AMAMANTA”, “UNICEF” y “AL PIT” (La Liga de la Leche, Algemesí) tendrán stands de información.
*A las 11:00h. :
-Actuará Dani Miquel, el Cantacançons. Espectacle de música tradicional, contes i animació per a xiquetes i xiquets.
-Taller de portabebés (organiza: “Amamanta”).
*A las 12:00h se convocará GRAN TETADA.
El año pasado fuimos 231 mamás dando pecho juntas y ¡este año con tu ayuda esperamos ser muchas más!.
*A las 13:00h:
CHARLA sobre LM para embarazadas: “Hacia una lactancia feliz” (organiza: Sina).

ENTREVISTA COORDINADOR NACIONAL DE LA IHAN (enlace audio interesante)

http://www.ondacero.es/OndaCero/playermultimedia/M_11196442/2315452

sábado, 11 de septiembre de 2010

Conferencia del pediatra CARLOS GONZALEZ “Necesidades afectivas de los niños”


Día 25 septiembre, a las 17,30h, en la Cámara de Comercio de Alcoy, en la calle San Francesc nº 10. La conferencia es gratuita , solo aforo limitado de la sala. Por este motivo se abrirán las puertas un poco antes, de tal manera que todos estén sentados al comenzar la charla.
La conferencia ha sido organizada por el grupo de apoyo a la lactancia de Alcoy “ De mare a mare “.
Entrevista a Carlos Gonzalez:
Ser padre no es fácil, pero es, sin duda, una de las aventuras más gratificantes que te regala la vida. Por esa razón quizás, son tantos los que emprenden ese camino. Y la mayoría lo hace a ciegas porque el bebé, ya se sabe, no viene con manual. ¿Pero... hace falta? Carlos González, autor de 'Bésame mucho. Cómo criar a tus hijos con amor', asegura que no. Simplemente hay que dejarse guiar por el instinto, el respeto y el amor.
Con humor e ironía, este pediatra zaragozano ha ayudado a desdramatizar las situaciones que pueden resultar más complicadas durante la crianza (sueño, comida, la educación...añadan ustedes a la lista), pero, por encima de todo, ha tratado de combatir la cultura del biberón que comenzó a imponerse hace tres décadas contra la propia naturaleza humana. Es fundador de la Asociación Pro Lactancia Materna de Cataluña, donde ha desarrollado su vida profesional, imparte cursos a profesionales sanitarios, es miembro del Consejo de Asesores de Salud de La Leche League International y autor de numerosos artículos sobre la lactancia.
La leche materna es para él, como tituló un libro en 2006, 'un regalo para toda la vida'...y sin fecha de caducidad. Enemigo de las etiquetas, Carlos González rehuye del término 'lactancia prolongada". "No me gusta esa palabra porque da la sensación de que las madres se han pasado. Depende de lo que considere cada uno normal. Actualmente, más de un año o más de seis meses es prolongado, pero estudios antropológicos apuntan a que la edad normal del destete en el ser humano debe de estar entre los dos años y medio y los siete".
"Hace 25 años-recuerda- lo normal era dar el pecho tres semanas y llegar a los tres meses era una heroicidad". La realidad social entraba en contradicción con la científica, la que le mostraban los libros a ese entonces recién licenciado por la Universidad Autónoma de Barcelona. "Si la lactancia era magnífica, ¿por qué nadie lo hacía?", se preguntaba. Era la profunda huella que había dejado el "cambio sociológico que se había producido a principios del siglo XX, con la incorporación de la mujer al mundo laboral, por la fe en el progreso que hacía creer que la leche artificial era mejor que la de la madre y por la publicidad".
Su grata experiencia personal con la lactancia, el hecho de que su esposa le diera el pecho a sus tres hijos - hoy en día ya universitarios- le convenció aún más de la necesidad de "promocionar" esta práctica, de ayudar a madres y profesionales sanitarios a recordar lo que ya está escrito en los genes de los mamíferos. Comenzó su tarea con la confianza de que "se produciría un aumento gradual y general" en la lactancia materna, pero no ocurrió así: "un importante porcentaje de madres no logra pasar de unas semanas y una pequeña cantidad pasa de los dos años".
"Durante muchos años hubo una fuerte publicidad de que la leche de la madre era mala y la gente se convenció -explica este catalán de adopción. Y es un mito que se ha extendido mucho. "Las madres se dejan convencer de que sus hijos se pueden morir de hambre y encima ven en la etiqueta de la leche artificial que es parecida a la leche materna". El resultado de esta combinación suele ser el destete temprano.
Actualmente, "se ha roto la cadena de transmisión de la información porque ahora las madres se encuentran que sus madres no dieron el pecho porque no pudieron o no quisieron. Pensaban que era retrógado y no quieren que sus hijas caigan en eso. La madre que lacta no encuentra apoyo". De ahí, asegura, la importancia de la adecuada formación de los médicos y la existencia de grupos como La Liga de la Leche, que ofrecen ayuda práctica a las madres para que puedan dar el pecho. "El cambio se produce por la difusión de conocimientos y de experiencias". Y ese cambio, se felicita, comienza a vislumbrarse: hoy en día se está "volviendo a lo que hacían nuestras bisabuelas".
Pero este camino aún no resulta fácil de emprender. "Sin duda, el mayor problema al que se enfrentan las madres que desean prolongar la lactancia es la presión social. Si salieran todas del armario nos daríamos cuenta de que son muchísimas. Hay que respetarlas", reclama Carlos González. Y esta consideración hacia la mujer, pero también hacia los hijos parece ser la máxima que guía a este pediatra. Y desde esa capacidad para ponerse en la piel del otro, quizás el secreto que esconden las páginas de sus libros, deja en el aire una reflexión: "nuestra sociedad nunca lo admite, pero el destete es siempre una pérdida para la madre".

jueves, 9 de septiembre de 2010

Amamantar en la Tierra de Genghis Kahn”-Lactancia materna en Mongolia. Texto de Ruth Kamnitzer traducido por Ana Isabel Chinchilla

Hay en Mongolia un dicho muy utilizado que afirma que los mejores boxeadores toman leche materna durante al menos seis años, afirmación muy seria para un país en el que el boxeo es el deporte nacional. Me trasladé a Mongolia cuando mi primer hijo tenía cuatro meses y viví allí hasta que cumplió tres años.
Criar a mi hijo en aquellos primeros años en un lugar donde la actitud hacia la lactancia materna es tan radicalmente diferente de las costumbres que prevalecen en Norteamérica me abrió los ojos a una visión completamente diferente de cómo podría ser todo. Los mongoles no solamente prolongan la lactancia materna, sino que además lo hacen con más entusiasmo y menos inhibiciones que casi nadie de los que había conocido hasta entonces. En Mongolia, la leche materna no es sólo para bebés; no se trata sólo de nutrición y definitivamente no es un tema sobre el que se imponga la discreción. Es la madera de la que estaba hecho Genghis Khan.
Al igual que muchas madres primerizas, no había pensado demasiado sobre la lactancia antes de tener a mi bebé, pero minutos después de que mi hijo Calum saliera, se agarró a la teta y durantelos siguientes cuatro años no parecía nada dispuesto a soltarse. Tuve suerte, porque en muchos aspectos la lactancia nos resultó sencilla: ninguna grieta en el pezón, rara vez un pecho ingurgitado. Mentalmente las cosas no eran tan sencillas: a pesar de lo mucho que amaba a mi bebé y disfrutaba del vínculo que nos ofrecía la lactancia, en ocasiones resultaba insoportable. No estaba preparada para la magnitud de mi amor por él ni para la intensidad de su necesidad de mí en exclusiva y de mi leche. “No le permitas que te convierta en un chupete humano”, me advirtió una enfermera canadiense pocos días después del nacimiento de Calum, que mamaba a todas horas, pero yo repasaba todos los posibles motivos de su llanto (¿gases?, ¿pañal? ¿infraestimulación? ¿sobreeestimulación?) y por lo general acababa dándole teta de nuevo. Me preguntaba si hacía bien.
Entonces me trasladé de Canadá a Mongolia, donde mi marido llevaba a cabo unos estudios sobre vida salvaje. Allí los bebés están siempre envueltos en varias capas de gruesas mantas, atados con cuerda como un paquete que no quieres que se rompa en el correo. Cuando un paquete murmura, se le pone un pezón en la boca. No se les cambia muy a menudo y nunca se les hace eructar. No hay ni siquiera una manos en las que poner un sonajero. Por supuesto, no hay ratitos boca abajo. Los niños permanecen envueltos hasta al menos los tres meses, y cada vez que emiten un sonido, se les da de mamar.
Esto resultaba interesante. A los tres meses, los bebés canadienses ya tienen actividades sociales, incluso natación. Algunos aprenden a “calmarse solos”. Yo daba por sentado que había muchos motivos por los que un bebé podía llorar y que era mi trabajo averiguar la razón y darle la solución adecuada. Pero en Mongolia, aunque los bebés puedan llorar por muchos motivos, sólo hay una solución: leche materna. Dejé de darle vueltas e hice lo mismo.
En Canadá la lactancia materna aún está rodeada de cierto misticismo, pero en realidad no estamos demasiado acostumbrados a ella. La lactancia se realiza en casa, en grupos de lactancia, quizá en alguna cafetería: rara vez se ve en público y desde luego nosotros mismos no tenemos recuerdos conscientes de haber sido alimentados con pecho. A esta íntima actividad entre madre e hijo se la trata con secretismo y educadas miradas hacia otro lado, y se considera casi igual que las demostraciones públicas de intimidad en una pareja: no es tabú, pero sí que causan ligera incomodidad y son educadamente ignoradas. Cuando el silencioso y angelical recién nacido se convierte en un niño activo resuelto a comunicar a todo el mundo lo que está haciendo a cada momento, bueno, entonces esos ojos se apartan con mayor rapidez e intensidad, a veces con el ceño fruncido.
En Mongolia, dar el pecho en público, en lugar de relegarme a la sección de “sólo mamás”, me puso decididamente en el centro de atención. Su práctica universal de dar pecho en cualquier momento y lugar, así como la cercanía en la que la mayoría de los mongoles vive, implica que todos están acostumbrados a ver un pecho en acción. Les alegraba ver que hacía las cosas a su manera (que por supuesto era la manera correcta).
Cuando daba pecho en el parque, las abuelas me brindaban sus historias sobre cómo habían alimentado a sus doce hijos. Cuando daba pecho en el asiento trasero de los taxis, los conductores levantaban sus pulgares por el retrovisor y me aseguraban que Calum se convertiría en un gran boxeador. Cuando paseaba por el mercado acunando a mi hijo en mis brazos mientras mamaba, los comerciantes me hacían un sitio en su puestos y le decían al niño que se lo bebiera todo. En lugar de mirar a otro lado, la gente se inclinaba sobre Calum y le besaba la mejilla. Si se soltaba de la teta en respuesta a la atención recibida, dejando mi pecho chorreando y completamente expuesto, no pasaba nada. Nadie se quedaba mirando, nadie apartaba la vista: simplemente se reían y se limpiaban la leche de la nariz.
Desde que Calum tenía cuatro meses hasta los tres años, allá donde fuera, oía una y otra vez lo mismo: “La teta es lo mejor para tu bebé, lo mejor para ti” La aprobación constante me hacía sentir que hacía algo importante que interesaba a todos; exactamente la clase de aprobación pública que *toda* madre reciente necesita.
Para cuando Calum cumplió los dos años, yo ya había descubierto lo útil que podía ser la lactancia materna. Nada hace que un niño se duerma más rápido, alivia el aburrimiento de un largo viaje en coche, o calma una tormenta que se cierne, tan rápidamente como una poca leche calentita de mamá. Es la ayuda más útil para la madre perezosa, y yo creía que le daba todos los usos, pero los mongoles lo llevaban más lejos.
Durante los inviernos mongoles, pasaba muchas tardes en en el yurt de mi amiga Tsetsgee, huyendo del frío glacial de fuera. Fue instructivo comparar nuestras técnicas de crianza. Cuando estallaba una pelea por los juguetes entre nuestros hijos de dos años, mi primera reacción era restablecer la paz distrayendo a Calum con otro juguete al tiempo que le explicaba los principios de compartir las cosas, pero esto llevaba tiempo y una media de éxito de tan sólo un cincuenta por ciento, En el restante cincuenta por ciento de veces, cuando Calum no quería dar su brazo a torcer y su frustración aumentaba hasta el punto de ebullición, lo cogía y le acunaba en brazos para amamantarle.
Tsetsgee tenía una táctica diferente. Al primer murmullo de discordia, se levantaba la camisa y empezaba a menear sus pechos con entusiasmo, diciendo: “¡Ven aquí, cariño, mira lo que tiene mami para ti!” Su hijo apartaba la vista de los juguetes para mirar las dianas de sus pechos y siempre se iba hacia ellos.
¿Media de éxito? Cien por cien.
Para no ser menos, adopté la misma estrategia. Allí estábamos, dos madres agitando los pechos como strippers compitiendo por atraer a un cliente. Si los abuelos estaban por allí, se unían a la representación. Los pobres críos no sabían a dónde mirar: la tranquilizadora plenitud de los pechos de sus madres, los mustios pechos planos de la abuela con su larga experiencia, o el extraño montón de carne que el abuelo se agarraba en su envidia de pechos. Por mucho que lo intente, no puedo imaginarme una escena similar en una reunión de la Liga de la Leche.
En mis clases prenatales en un pequeño pueblo de Canadá, donde nació Calum, nos mostraron la lactancia materna con un vídeo de una madre sueca de aspecto especialmente atlético, que daba pecho a su niño pequeño mientras esquiaba. La clase se estremeció: “Claro que es genial para los bebés, pero cuando ya empiezan a hablar y a andar…?” Todas parecían de acuerdo. Yo me callé.
Me tocó a mí sorprenderme cuando una de mis amigas mongoles me dijo que había tomado leche materna hasta los nueve años de edad. Me quedé tan boquiabierta y estupefacta que al principio me lo tomé a broma. Viendo ahora que mi hijo se destetó justo después de cumplir los cuatro años, me avergüenza un poco mi inflexible incredulidad. Aunque nueve años sea bastante edad para tomar el pecho, incluso para los mongoles, no está fuera del rango.
Aunque no siempre era fácil hablar sobre conceptos como “destete voluntario” con mongoles debido a la barrera idiomática, dar pecho “a largo plazo” parecía ser la norma. Nunca conocí a nadie que diera pecho a dos niños, lo cual me sorprendió, aunque debido a que los intervalos entre hijos son bastante largos, la mayoría de los niños dejaban de mamar entre los dos y los cuatro años.
Según UNICEF, en 2005 el 82 por ciento de los niños de Mongolia seguían con lactancia materna entre los 12 y los 15 meses y el 65 por ciento seguían entre los 20 y los 23 meses. El último hijo parece que simplemente continúa, de ahí la niña de nueve años que tomaba pecho, y si la sabiduría popular no se equivoca, de ahí la fama de Mongolia en el boxeo.
Cuando a los tres años Calum seguía tomando pecho con el entusiasmo de un recién nacido y yo me preguntaba cómo surgiría el destete, sentí curiosidad sobre qué animaba a los niños mongoles a destetarse solos. Algunas madres me dijeron que su hijo simplemente perdió el interés. Otras dijeron que la presión de grupo tuvo que ver, (he oído a adolescentes mongoles burlarse de otros diciendo “¡Quieres los pechos de tu mami!” del mismo modo que se dice “¡Corre con tu mamá!”). Cada vez más a menudo, las obligaciones del trabajo obligan a destetar antes de lo habitual: los niños a menudo pasan el verano en el campo mientras que la madre se queda en la ciudad trabajando, y durante esta larga separación a la madre se le retira la leche.
Mi amiga Buana, de veinte años, me contó su lactancia, digna de medalla de oro: “Me crié en un yurt lejos, en el campo. Mi madre siempre me decía que me la bebiera toda, que era buena para mí. Yo creía que todas los niños de nueve años lo hacían. Cuando fui al colegio, lo dejé.” Me miró con un brillo travieso en los ojos “ Pero aún me gusta beberla a veces”.
Destetarse me parecía un suceso bastante definido. Siempre esperé que, en algún momento, las tomas se reducirían y seguirían reduciéndose hasta que cesaran por completo. Se me retiraría la leche y ya está. Bar cerrado.
En Mongolia no sucede así. Hablando de lactancia con mi amiga Naraa, le pregunté cuándo su hija, entonces de seis años, se había destetado. “A los cuatro años” me contestó, “a mí me entristeció pero ella no quería tomar teta más”. Entonces Naraa me dijo que la semana anterior, cuando su hija había vuelto de una larga estancia en el campo con sus abuelos, quiso tomar teta. Naraa la complació “Me imagino que me había echado mucho de menos” explicó, “y fue bonito. Por supuesto, yo no tenía leche, pero no le importó”.
Pero si “destetar” significa no volver a beber leche materna, entonces los mongoles nunca se destetan del todo, y esto es lo que más me sorprendió de la lactancia en Mongolia. Si los pechos de una mujer están ingurgitados y su bebé no está cerca, irá sencillamente preguntando a sus familiares, de cualquier edad o sexo, si quieren beber. A menudo las mujeres se extraen una taza de leche para sus marido para darles un capricho, o dejan una poca en el frigorífico para que cualquiera pueda servirse.
Aunque todas hemos probado nuestra propia leche, le hemos dado a nuestras parejas para que la prueben, quizá hemos echado una poca al café en una emergencia ¿no?, no creo que que muchos de nosotras la hayamos bebido a menudo. Sin embargo a todo mongol al que he preguntado me ha dicho que le gusta le leche materna. El valor de la leche materna está tan reconocido, tan firmemente arraigado en su cultura, que no se considera como algo sólo para bebés. La leche materna se usa comúnmente de forma medicinal, se les da a los mayores como una cura para todo, se usa para tratar infecciones oculares así como (dicen) hacer más blanco el blanco de los ojos y más intenso el marrón del iris.
Pero sobre todo, creo que los mongoles beben leche materna porque les gusta el sabor. Una amiga mía occidental que se extraía leche en el trabajo y dejaba la botella en el frigorífico de la oficina se encontró un día la botella medio vacía. Ella se rió: “¡Sólo sospecharía de que mis compañeros se beban mi leche en Mongolia!”
Vivir en otra cultura siempre te obliga a re-evaluar la tuya. No sé cómo hubiera sido dar pecho a mi hijo en sus primeros años en Canadá. La avalancha de observaciones positivas que recibí en Mongolia, así como la aceptación sincera de dar el pecho en público simplemente me asombró, y me dio la libertad de criar a mi hijo de una manera que me parecía natural. Además de las pequeñas diferencias en nuestras costumbres de lactancia, los detalles de cuánto y cuándo, concluí que había una diferencia más grande en nuestros métodos de crianza.
En Norteamérica valoramos tanto la independencia que aparece en todo lo que hacemos. Sólo se habla de qué come tu bebé ahora, y a cuántas tomas has reducido. Incluso aunque no seas la que hace estas preguntas, es difícil escapar de su impacto. Además se venden tantas cosas para que tu hijo se entretenga solo y te necesite menos que el mensaje es claro. Sin embargo en Mongolia, la lactancia no se identifica con dependencia, y el destete no es una meta. Saben que sus hijos crecerán; de hecho, un niño mongol normal de cinco años es mucho más independiente que uno occidental. No hay prisa por destetar.
Probablemente lo más valioso de criar a mi hijo en Mongolia fue que me di cuenta de que hay un millón de maneras de hacer las cosas, y que yo podía elegir cualquiera de ellas. Durante la lactancia de mi hijo tuve varias dificultades, y tomé y deseché ideas y prácticas en mi intento de forjar mi propio estilo. Me alegro de haber amamantado a Calum tanto tiempo: fueron cuatro años al final. Creo que la lactancia fue lo mejor para mi hijo, y que tendrá una influencia duradera en su personalidad y en nuestra relación.
Y cuando gane la medalla de oro de boxeo en la Olimpiadas, espero que me lo agradezca.


Ruth Kamnitzer vivió durante tres años en una tienda tradicional de tela en la campiña mongola mientras su marido,Steve, llevaba a cabo unos estudios sobre el gato de Pallas de Asia Central. Es licenciada en Conservación de la Biodiversidad y hoy en día vive en Bristol, Reino Unido, con Steve y Calum.
Artículo publicado originalmente en http://www.drmomma.org/2009/07/breastfeeding-in-land-of-genghis-khan.html